10 RAZONES PARA TENER UN SEGURO DE VIDA

1. Si tienes más de 35 años y estás casado:
Tu edad y estado civil son un indicativo de que debes contratar uno pues tener un proyecto de vida en pareja merece planear su futuro financiero.
2. Si tienes hijos pequeños:
No importa la edad que tengas. Necesitas uno pues alguien necesita de ti.
3. Si trabajas por tu cuenta:
Dependes de tus ingresos y capacidad para generarlos. Debes protegerte pues nadie más que tú se va a preocupar por ti.
4. Si eres madre soltera y única proveedora de tu familia:
Hay dos factores de riesgo importantes: tienes hijos y dependen de lo que ganas. Es URGENTE que también tengas un Fideicomiso integrado para que si falleces, el dinero les sea entregado y les alcance durante el tiempo necesario.
5. Si eres menor de 30 años y gozas de buena salud:
Tu condición es la mejor pues podrás obtener una prima más baja de la normal, así que considera uno de largo plazo con devolución de primas para que también sea un buen negocio para ti.
6. Si necesitas garantizar un ingreso en caso de sufrir una invalidez total y permanente:
No importa si eres empleado o trabajas por tu cuenta pues sufrir una Muerte Económica puede afectarte en cualquier caso. Hoy la única forma de protegerte en México es con un seguro de vida.
7. Si quieres garantizar un ahorro de largo plazo:
Algunos seguros de vida se han vuelto un excelente instrumento para que lo hagas y cumplas tus sueños financieros.
8. Si necesitas garantizar un ahorro para tu retiro:
Esta razón se parece a la anterior pero enfocada a una situación particular: tener un capital para cuando te retires.
9. Si tienes 40 años o más y tienes hijos:
Es más que urgente pues debes estar consciente que tu salud puede no ser la misma que antes.
10. Si necesitas un capital en el futuro para pagar la universidad de tus hijos:
Este punto es similar a los dos anteriores pero con una necesidad especifica de ahorro en el tiempo y los seguros de vida también son buenos para ello.
Recuerda que los seguros de vida y de gastos médicos se pagan con dinero pero se compran con salud.