El masaje erótico nunca falla
Iniciar el sensual con un buen masaje será magnífico para ella, sobre , si ha estado estresada. Su líbido te lo agradecerá y al final te recompensará con una excelente noche de sexo.
La maravilla de los masajes es que luego de prenderla a ella, tú también te encederás acariciándola mientras ella está desnuda.
Desnúdense ambos . Ten a la mano algunos aromáticos,Si no sabes dar masaje o es la primera vez, no importa, déjate llevar por el ritmo de su respiración y toca, con la palma de tus manos, su espalda, hombros, caderas, piernas lentamente.
Reconoce zonas en las que ella sienta más placer o sean puntos eróticos que tú no habías notado. Así, la próxima vez, irás directo a ellos.
. Dale pequeñas dosis de placer, pero siempre haz uso del suspenso. Evita que se convierta en rutina, vuélvete un experto y hazlo cada vez más placentero.

 Rózala con los dedos por todo su cuerpo
A veces abusas de tu fuerza a la hora de tener sexo. Pero a las mujeres, y como buen preámbulo para iniciar un rato sexual, les gusta sentirse tocadas y estremecidas de forma delicada. Y lo mejor de todo, no es difícil para ustedes y tampoco requiere mucho esfuerzo.

Lo importante es tocarla como si apenas quisieras acariciarla, es decir, no totalmente, sino rozándola con las yemas de tus dedos. Eso le causará una especie de cosquilla erótica que la preparará para el juego sexual.
 Sugiere algún juego nuevo
Si estás casado, vives con tu pareja o tienes una relación de años, es común que la pasión se apague con el tiempo y la falta de novedad. Para que nunca te pase, haz todo lo posible porque no desaparezca del todo. lencería sexy.
Aquí el ganador no sólo serás tú, porque a las mujeres -aunque la mayoría no lo dice- les encanta jugar. Y haz que ella lo vea como eso: un juego que no tiene por qué alterar en absoluto el estado de su relación de pareja.
Si ella no te sugiere alguno por vergüenza, sorpréndela y comienza tú. Por ejemplo, pueden ir a un bar y hacerse pasar por desconocidos, charlar largo rato, coquetear, tocarse con los pies bajo la mesa, ir al baño del antro y si se puede hacerlo ahí mismo.
Algo que también nunca falla es decirle a tu chica que imagine que es sexo por una noche con un desconocido, cámbiense nombres e inventen… Tienen toda la imaginación por delante.
 Lee con ella algún capítulo de literatura erótica
Si las películas eróticas o porno aumentan nuestro deseo al doble, la literatura, que es toda imaginación, lo acrecienta al triple. Consigue algunas novelas clásicas muy explícitas de autores como el Marqués de Sade, Henry Miller, Almudena Grandes, Zolá, D.H. Lawrence, Vladimir Nabokov, Lautréamont, Lezama Lima o Bukowski.
Lee previamente algunos capítulos y luego escoge el más erótico y descriptivo. Luego, léelo en la cama o el sofá con tu chica, mientras los dos están desnudos. Será inevitable que ella caiga rendida ante las palabras escritas por cualquiera de estos expertos en el erotismo y el sexo. Cuando ella ya no pueda más… entonces sí, suelta el libro y que lo demás continúe…
Dale sexo cuando menos lo espere
Muchas veces los hombres caen en el error de pensar que son ellos los únicos que piensan en sexo todo el día y que se excitan a cada momento. Grave equivocación. Las mujeres también piensan mucho en ello, más de lo que imaginas.
En ocasiones, una mirada breve al trasero de un compañero de trabajo puede hacerlas caer en malos pensamientos. Si reúnes la adrenalina con la sorpresa, tu mujer caerá inevitablemente. Así que hacer el amor por sorpresa no le caerá nada mal.
Por ejemplo, a la hora de comida de su trabajo puedes invitarla a comer, y en lugar de eso, llévala a un hotel. Hagan el amor y luego regresen cada uno a sus actividades. Ella no dejará de pensar en ti y tal vez llegue en la noche contigo a casa con ganas de seducirte o te haga una visita sorpresa a tu departamento, pidiéndote más…
Sigue explorando después de terminar
Las mujeres siempre quieren más. Son insaciables. Recuerda que la relación sexual no siempre termina cuando “terminas”. Síguela tocando, bésala en los labios con mucho fuego. No hay nada que prenda más a una mujer que una juerga de sexo intenso.,

Para eso intenta nuevas formas y pon en práctica los puntos anteriores. Si los sigues al pie de la letra, con tu propia dosis de erotismo y sensualidad, con seguridad tendrás una noche de desvelo erótico sin parar. Que tus ojeras del día siguiente te enorgullezcan porque lo has logrado: sacaste un diez con mención honorífica en la cama.