El primer
ingrediente de la receta es saber exactamente en qué quieres tener suerte: para
el dinero, para el amor, para la salud…¿En qué
quieres tener suerte?
El segundo
ingrediente de la fórmula es crear tus propias circunstancias. Para saber cómo
tener suerte es necesario que comiences a crear intencionadamente tus
circunstancias de vida; y esto lo consigues día a día. La buena suerte es cómo
una flor, primero, tienes que sembrar la semilla; luego, cuidarla y abonarla
para poder contemplar su belleza.
Después de
tener listo el primer ingrediente (para qué quieres la buena suerte) es
necesario que comiences a crear tus propias circunstancias, y esto lo consigues
desarrollando algo llamado “La inquietud del investigador”. Es necesario que
investigues todo lo relacionado a la suerte que quieres tener. Segundo a
segundo, día a día. “La inquietud del investigador” tiene que estar contigo.
El tercer
ingrediente de la fórmula es comenzar a hacer las cosas necesarias para crear
la buena suerte. Si quieres ganar la lotería, lo mínimo que tienes que hacer,
es comprar el boleto.
Si
desarrollaste la mentalidad del investigador, ya sabrás exactamente cómo tener
suerte en eso que deseas. Toma acción, no esperes el momento perfecto, comienza
hacer las cosas que tienes que hacer. Y espera tranquilamente a que la buena
suerte toque a tu puerta. El último
ingrediente de la fórmula es tener paciencia. La buena suerte se hace esperar.
Tú sigue haciendo las cosas que tienes que hacer y ten paciencia, pues todo
llega en su momento perfecto. Ahora ya
sabes cómo tener suerte. La buena suerte solo depende de ti, y la creas tú
mismo. Por eso dura para siempre.
Ten fe,
paciencia y constancia. Si haces las cosas correctas de la manera conveniente,
estarás listo/a para aprovechar las oportunidades que la suerte te habrá
preparado.
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