5 hábitos mentales
que manipulan tu vida!!
Todos tenemos hábitos
que nos son molestos, son molestos a los demás y que terminan por causarnos
problemas en nuestra vida de relación o incluso personal. Yo estoy cansada de algunos que tengo que
terminar con ellos lo mas pronto posible porque si me están afectado. Aquí te doy los 5 mas importanes que están manipulando
nuestra vida.
1-Conductuales--- Son aquellos que involucran el hacer o dejar de hacer
algo.
- Cuesta deshacerse de ellos, pues muchos son
considerados como vicios (fumar), manías (morderse las uñas) o simple falta de
educación (como mascar chicle, subir los codos a la mesa o no bajar la tapa del
baño luego de usarlo)
2- Mentales
Son aquellos que involucran patrones de pensamiento o de
intentos de solución de problemas que resultan ineficaces y que incluso
empeoran nuestra situación actual.
Son más complejos de modificar, pues regularmente son
inconscientes y tenemos la firme convicción que, al menos en algún grado, son
útiles o benéficos. ¿Por qué si sabemos
que son dañinos los seguimos usando? Minimizamos
o ignoramos el impacto negativo que tienen en nuestra salud mental y en la
calidad de nuestras relaciones.
¿Cuáles
son 5 de los más dañinos?
Ser auto crítico cuando tu autoestima está dañada. Cuando nuestra autoestima es negativa, es muy vulnerable
a cualquier ataque del exterior, pero especialmente a los que vienen del
interior. Como sientes que algo malo hay contigo, te exiges más que
al resto y no quieres fallar o quedar mal, por lo tanto, cada acción que te
parece inadecuada será severamente castigada por tu voz interior. ¿Qué te sueles decir cuando cometes un error? Se suele pensar que, como se ha “fallado”, es necesario
un castigo, pero es justamente este castigo lo que ocasiona que perdamos la
confianza en nosotros mismos y nos hace más probable otro fallo a futuro,
cayendo en una espiral interminable.
3. Alejar a la gente cuando te sientes más solo.
- El sentirnos solitarios o el que no le importamos a
nadie tiene un impacto fundamental, no solo en nuestro desempeño, sino en la
vida. - Un hábito muy común es alejar a la gente que nos quiere
ayudar o en la que nos dice que nos quiere. - Tememos decepcionarlos, que nos decepcionen,
lastimarlos o que nos lastimen. - Los alejamos con nuestra timidez, pesimismo, rechazando
sus halagos, quejándonos todo el tiempo con ellos. - Otra manera es siendo desconfiados, suspicaces o
creyendo que no hacen algo por nosotros sin ningún interés oculto o creyendo
que se quieren burlar de nosotros.
¿Qué hacer?
- Busca acercarte e integrarte a grupos de personas.
- Acércate a la gente con optimismo, pero guardando tus
límites personales.
- Evita las siguientes frases:
1. A dónde tu quieras.
2. Me da lo mismo.
3. Lo que los demás digan.
4. Aquí estoy bien gracias
- Busca temas de conversación alternos que no sean
repetitivos o siempre quejándote de alguien.
- Especialmente cuando no has hecho nada para remediar la
situación.
4. Ceder al impulso de estar rumiando
- Es natural, cuando algo que no nos gusta sucede, tratar
de hacer un repaso mental de los hechos, así como de las posibles alternativas
no tomadas, con la finalidad de prevenir errores futuros.
- El error es quedarse atrapado en pensamientos
repetitivos que no lleven a ningún aprendizaje y que incrementan nuestra
tensión.
- Este hábito mental nos conduce hacia la pasividad y
desmoralización
¿Qué hacer?
- Cada vez que te sorprendas rumiando o “cilindreándote”
sobre un suceso o idea detente, cambia de postura corporal y haz otra cosa.
- No se trata sólo de distraerte, sino de romper el
hábito de rumiar que, la mayor parte de las veces, es inconsciente.
5. Alejarnos de otros cuando nos sentimos culpables, en
vez de buscar reparar la relación.
- Cuando hemos pensado o hecho algo que puede lastimar a
otros, sentimos culpa o vergüenza.
- Como lo más común es que no sepamos pedir disculpas
(solemos usar un “ya perdóname sí?”), y menos solemos buscar reparar el daño o
validar el sentir del otro (con un “no es para tanto” o un “ay que delicadito
me saliste”)
- La relación queda lastimada y eso incrementa nuestra
culpa, pues el otro se porta “raro”, aún a pesar de haber dicho que nos
disculpaba.
- Como el otro no nos ha perdonado de corazón, o como
nuestra culpa es muy grande, solemos alejarnos de la persona ya sea culpándola
a ella por ser tan duro y no perdonar, o ya sea por la excesiva vergüenza que
sentimos.
- El alejarte de la persona impide la reparación del
hecho y por lo tanto contribuye al deterioro de la relación, incluso a su
ruptura.
¿Qué hacer?
- Si has sido tú el que ha cometido la falta, persevera
razonablemente en buscar el perdón del otro.
- Quizá no has pedido perdón de una manera adecuada, por
eso sientes que el otro “sigue raro”.
- Una manera eficiente de pedir perdón sería:
1. Reconocer lo que hemos hecho.
2. Reconocer que esto lastimó al otro.
3. Hacerle saber que no fue nuestra intención
4. Pedir perdón.
5. Comprometernos ante el ofendido a buscar evitar que se
repita el hecho.
6. Indagar si hay alguna manera en que podamos reparar el
daño hecho o hacernos cargo de nuestra acción.
7. Si es así, y estamos de acuerdo, hacerlo.
Asi que hay que ponernos las pilas y busca ayuda
profesional si sientes que has caído en un círculo vicioso y estás atrapado sin
salida. Recuerda que es importante lo que sientes, pero también es importante lo que eliges hacer
con lo que sientes.
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