Necesitas:
– 2 recipientes para horno. A ser posible uno pequeño y otro más grande)
– 250 ml de amoniaco (es aproximadamente la medida de un vaso)
– 1 litro de agua hirviendo.
Preparación:
En primer lugar comentarte que lo ideal es hacer éste truco por la noche, de manera que haga efecto y puedas limpiarlo por la mañana.
- Precalienta el horno a 150º. Cuando esté caliente APAGA el horno
- Seguidamente pon en el recipiente pequeño el amoníaco y méte el recipiente en la parte baja del horno.
- Pon el agua hirviendo en el recipiente grande y mételo a media altura del horno, sobre la rejilla.
- Cierra la puerta del horno y deja actúar hasta la mañana siguiente
- Por la mañana: mezcla un poco de detergente lavavajillas líquido en el recipiente del amoníaco. Ponte unos guantes y frota con una esponja lavaplatos el horno, impregnando bien la esponja en el amonícaco con jabón.
- Aclara bien y deja la puerta abierta.
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