Tuesday, September 23, 2014

¿Cómo vencer el miedo al amor?


• Desafía a tus pensamientos limitadores. Hay pensamientos como: “En el amor siempre se sufre”. Éste puede ser un gran motivo para que no te quieras enamorar y así renuncies al amor. Sin embargo, ponte a pensar y a reflexionar más específicamente sobre este pensamiento. Ten en cuenta que en ser humano a menudo generaliza las cosas y para ello utiliza la palabra “siempre”, “nunca”, “todo”, ” nada”; etc…
• Sé abierto a las relaciones y disfruta del camino. Las personas que tienen miedo al amor mayormente son de mente cerrada o se volvieron de mente cerrada sólo en las relaciones de pareja. Deja ya de tener ese tipo de pensamientos. Empieza a desencadenar un poco más esa mente porque no puedes vivir sin amor.
¿Miedo, Horrores, y antídotos?
• Muchas personas no quieren aceptar que el miedo y sus horrores tienen un impacto directo en cómo se sienten y comportan, por tanto en las experiencias que vivimos.
EVACIÓN. Vives en el pasado y en el futuro. No sabemos vivir en el presente, de acuerdo a la mayoría de las disciplinas espirituales, el único espacio-tiempo donde puede existir la felicidad. Si la sitúas en el pasado, en la añoranza o en el futuro, en la expectativa ¿cuándo vas a ser feliz?
Antídoto:
Presente. La única manera de vivir plenamente sin auto sabotearte está en el presente, liberando las viejas emociones dolorosas y negativas. Proponte vivir en el ahora, desde escribiendo o repitiendo en voz alta cada que empieces a recordar o a futurear, ‘Yo soy mi presente’, ‘Yo vivo aquí y ahora’.
PÁNICO al fracaso. Proviene de la creencia de que si intentas algo nuevo, si te enrolas en una relación, fracasarás.
Antídoto:Enfrenta el miedo. El error no es más que aprendizaje, quítale la carga emocional al fracaso. Nada pasará, al contrario, te quedarás con una nueva experiencia y crecerás. Comienza por atreverte a hacer algo que te provoca ansiedad y confía. Confía en ti y en tu pareja, en lo buena que eres, en lo mucho que mereces ser feliz. Estás a salvo.
• VICTIMIZACIÓN. Adicto/a al maltrato. Los adictos a la miseria crean todo un sistema a través del cual sobreviven al abandono, el miedo, la separación, la desilusión, los duelos. Cuando hemos sido rechazados o tratados con poco amor en cualquier ámbito, generamos una necesidad a continuar esa afinidad con el dolor al tiempo que creemos que huimos de él bloqueando todo lo bueno que pudiera ayudarnos a salir de ese círculo.
Antídoto:
Comienza por generarte bienestar. Enséñate a amarte a ti misma, valorándote y dejando de utilizar el pasado como un predictor del presente. Busca apoyarte en un terapeuta y regálate la sanación más grande de tu vida.
• AGRESIÓN. Charla interna destructiva. Constantemente puedes escuchar cómo te repruebas y repruebas a tu pareja, te quejas, encuentras o te propones encontrar aspectos negativos. No puedes dejar de pensar en las consecuencias fatales y le restas valor a lo que se traduce como positivo tanto en él y su relación como en tu entorno.
Ruta de escape:
Perdonar y dejar ir. Enfócate en lo positivo, rescata el lado bueno de tu pareja. Habla sobre lo que te gusta en él, piensa en lo que te llevó a enamorarte. Procúrate situaciones de bienestar. Analiza qué posee él que se parezca a ese miedo del pasado. Y perdona. Perdónate y perdona a quien te lastimó. Perdonar no es olvidar, es quitarle la carga emocional al hecho, desapegarte de él. Es un proceso diario y que en ocasiones requiere de una mano profesional. Si en ese andar descubres que él realmente continúa exacerbando ese miedo. Es decir, si no estás imaginando sino que él sí actúa alimentando tu adicción al maltrato, piensa si mereces estar con él.
• DEFENSIVA. Un ‘yo protector’ miedoso. Todos poseemos un ‘yo protector’ que nos alerta sobre el peligro o sobre las ventajas. Cuando dejamos que ese ‘yo protector’ nos asesore en cada segundo de decisiones al grado que lo escuchamos más a él que a nuestra pareja, a sus actos o a nosotros mismos, vivimos en auto sabotaje. Creemos que sobrevivimos pero lo único que estamos haciendo es no vivir.
Antídoto:
Regálate retos. Sal de esa concha, de esa comodidad disfrazada de víctima y hoy mismo haz algo nuevo e inspirador con tu pareja. Calla a ese ‘Yo protector’ y demuéstrale que allá afuera es seguro, que es seguro amar, equivocarse y responsabilizarse de los riesgos.
• ECHAR CULPAS. Él/Ella es el del problema. Sabes que no es ningún secreto que lo similar busca a lo similar. Él puede tener sus propias heridas y basar en ellas su relación. Analiza lo que sabes sobre su historia de vida. Tal vez ambos estén en una vorágine de auto sabotajes mutuos. No podrás dejar este hábito si vives con quien boicotea la relación.
Antídoto:
Juntos o separados. Ínstalo a que él también encuentre alivio al reconocerse como un auto saboteador y proponle seguir estos pasos así como buscar ayuda tanto individual como de pareja. Cada uno podrá trabajar en su propios ‘demonios’ al tiempo que sana la relación. No lo justifiques ni lo postergues más. ¿No lo acepta o no quiere colaborar? Bueno, una forma de dejar el auto sabotaje es buscando relaciones que realmente te aporten bienestar y paz. Quizás en tu búsqueda de auto boicot, lo elegiste a él y ya es tiempo de reconocer lo que mereces.

No comments:

Post a Comment