Papa Francisco y un plan de vida en 10 puntos

En 10 puntos, el Papa Bergoglio centra un plan de vida, particularmente para el inicio del 2014. “Agradece el pasado como don de Dios”. El tema es genial, en vez de lamentaciones, quejas y crujir de dientes, hay que agradecer el aprendizaje de alegrías y preocupaciones que nos hacen fuertes.

“Vive el presente con esperanzas y creatividad”. Los atributos son formidables, unir la esperanza a la creatividad es despertar las vocaciones emprendedoras y la autoimagen. El “di ‘sí’ al paso de Dios por tu vida”, se refleja en cada acción emprendida a favor de nuestros más próximos. Algo formidable para quienes sentimos que las cosas están a punto de reventar: “confía, Dios te encomienda cosas grandes”. Esto se une a la importancia de “valora lo pequeño, llegarás a los grande”; eso es ciertísimo porque las cosas de excelencia se llenan de detalles. Vale detenerse aquí por un instante. Es posible que el 2013 trajera innumerables dificultades; de todas formas fue un regalo de Dios para acrisolar voluntades. ¿Qué requiere nuestro país en particular? vocaciones audaces y gente atrevida que piense, piense y piense. Para ello se requieren dosis de esperanza y creatividad. Para quienes se encuentran preocupados, angustiados, con taquicardia, mareos, náuseas y ganas de tejer frente a los desafíos de “la cuesta de enero” y la reforma fiscal, no os preocupéis. Hay que aprender a confiar en Dios, para que Él nos encomiende cosas verdaderamente grandes y relevantes en nuestra vida y la de los demás. Y si aplicamos los principios y recomendaciones de Francisco a la práctica ciudadana… seguramente, la honestidad, la competitividad, el discurso político veraz y el bien común, estarán a la vuelta de la esquina. Convivencia ciudadana y paz social  Los gobiernos de cualquier signo, han intentado “circo, maroma y teatro” para sanear la convivencia entre los habitantes. En el mejor de los casos, el remedio es tan efímero como superficial, en tanto dura  concierto del artista en turno, la descongelación de la pista de patinar o la despensa que compra votos disfrazada de asistencia social. ¿Qué sucedería si empleamos las siguientes recomendaciones de Su Santidad Francisco, al ejercicio de gobierno y a la construcción de la paz social? Francisco destaca: “mira a la vida con sencillez y amor”. En lugar de que entre los vecinos predomine el “comeos los unos a los otros”, ¿se imaginan mis adorables lectoras y amables lectores, cómo sería la convivencia si ejercitamos las relaciones sencillas y como amor, respeto, atención y servicio a los demás? ¿podríamos imaginar a los políticos y dirigentes de gobierno viviendo con sencillez y amor, en lugar de coleccionar cuentas bancarias en Gran Caimán o atascar los closets de la casa con varios cientos de zapatos, mariguana, camisas o dinero guardado en cajas de cartón? Otra regla sensacional; “ten buen humor, pase lo que pase. Perdona y pide perdón”. A este escribano le resulta notable la ligazón entre ambos principios, el buen humor –a pesar de cualquier cosa- y el perdón. Nuestros viejos en México, suelen decir que “al mal tiempo, buena cara”. Eso es poner el énfasis en los positivo de las cosas, aún en los momentos más complicados. Y si a ello agregamos el hecho de perdonar y pedir perdón, el tema resulta excepcional. ¿Podría usted imaginar a ese vecino que riega el jardín salpicando de lodo su vehículo, tocando la puerta y pidiéndole perdón por ello? ¿la suegra, pidiendo perdón al yerno por calificarlo de “animal bípedo infame”? al político que sonríe fuera de tiempos de campaña… o al jefe de oficina que abandona el nicho-trono administrativo para saludar a todo el personal con una sonrisa. Sería extraordinario, ¿no? Ten buen humor, pase lo que pase. Perdona y pide perdón. Haz algo por el otro y serás feliz. Atento, Dios te habla cada día. Dios cuenta contigo. Ama la vida, ama al mundo, ama a Dios.